sábado, 2 de agosto de 2014

Capitulo 6: La fiesta (Parte 2)

Cuando Jenny abrió la puerta, vi como su cara cambiaba de repente. Se transformaba en una hermosa sonrisa, de esas que por mucho que quieras no se borran y pensé que solo dos personas podían provocarle eso a mi compañera. Uno estaba muy lejos y el otro... yo misma me respondí. Christian.
Este chico la ponía tan nerviosa, que hasta tiró una copa al suelo, provocando la risa de más de uno. Sinceramente, creo que los dos hacen una buena pareja, ya que ni ella ni él podían dominar mucho sus nervios, y a parte, cuando conocen a nuevas personas son de lo más divertidos.
La primera noche que salí con Jenny, pasó algo parecido. Tiempo atrás, Jenny vino a casa de una amiga mía a dormir después de una gran fiesta en el pueblo. En la fiesta, pasamos las horas hablando y, cómo no bebiendo más de que una puede aguantar. Luego, nos retiramos a cada de mi amiga, mientras que esta iba hablando de su vida, Jenny y yo empezamos a hablar de la nuestra: infancia, estudios, chicos y otras tonterías. Para alegrar más la situación, íbamos bastante bebidas y empezamos a soltar cosas sobre nuestros ex, todo muy filosófico, todo en medio de la noche.
Mientras pensaba en esos divertidos recuerdos, alguien me interrumpió. Aaron. Lo veía más contento desde que rompimos, como si no le hubiese afectado en nada nuestra ruptura, pero todo tenía una explicación. De repente, mientras él me miraba, intentando pronunciar las palabras adecuadas, apareció alguien detrás de él. Una chica alta muy guapa, con una melena rubia que brillaba con la luz de la habitación, unos ojos azules que desesperadamente buscaban algo o a alguien. Cuando la chica se coloco al lado de Aaron, este empezó el discurso que tenía preparado:
-       Belén te presento a mi nueva novia, Marina. Marina, ella es Belén, la dueña del piso con Jenny y mi ex novia.
No sé que fue peor, si escuchar mi nueva novia mi ex novia. De repente, no sé que me pasó, pero comencé a chillarle a todo pulmón. Le dije de todo, como por ejemplo, como se podía haber olvidado tan rápidamente de mi, ya no recordaba el tiempo que habíamos pasado juntos…y otras gilipolleces más. No podía replicarle nada, ya no éramos nada. Marina, su novia, me miro con cara de pocos amigos, mientras que Aaron me chillaba, diciéndome mil cosas más pero yo solo quería irme de ese sitio, alejarme sin mirar atrás. Así que me di media vuelta, y de repente me vi en el suelo, llorando desconsoladamente. 

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