Mis pies me rogaban tranquilidad y un lugar donde relajarse. Me acerqué al oído de Zayn para decirle si podíamos ir a la barra. Con su sonrisa, asintió con la cabeza y nos dirigimos a la barra. Estaba sentada en la barra justamente delante de la pista, hablando con Zayn, Niall y Harry, cuando vi a Jenny besándose con Liam. Mi cara, juntamente con la de Harry, era de poema, con los ojos abiertos como platos y la boca que casi rozaba el suelo de la sorpresa. La situación en sí, hizo que a Zayn le pareciese graciosa, cosa que provocó su hermosa risa y a continuación, la de todos nosotros.
Después de media hora, aproximadamente, Liam y Jennifer habían desaparecido de mi visión por completo. No le di demasiada importancia, ya que yo me lo estaba pasando muy bien con Zayn y los demás.
A falta de Louis, teníamos a Niall, que sin duda parecía una copia exacta del mayor de los cinco. Notaba como una mirada repasaba mi cuerpo de arriba abajo, como se paraba en ciertas zonas y volvía al escáner. Me giré y me encontré con su mirada. Esa ardiente y posesiva mirada de ojos marrones oscuros como el café. Que me mirase con esos ojos, me ponía nerviosa y él lo notaba y lo sabía, por eso lo hacía.
De un momento a otro, me encontré sola con Zayn en la barra, ya que Niall y Harry habían ido a la pista de baile a demostrar que si uno lo quiere puede conseguir lo que se proponga. Empezamos a hablar de temes triviales, mientras los líquidos de esas copas no dejaban de bajarme por la garganta. Los minutos pasaban volando, si que yo no pudiese hacer nada, y sin dejar de hablar con eses chico que me había robado… ¿el corazón? Estaba en la misma situación como cuando conocí a Aaron. Mi cuerpo temblaba de los nervios y Zayn estaba de la misma forma que Aaron lo estaba en esos días. Con una preciosa sonrisa y su mano encima de mi rodilla derecha. Se acercó a mi oído y con su dulce y sexy voz, me dijo mientras jugueteaba con mi pelo:
- Vámonos fuera, Belén. Que aquí dentro empieza hacer demasiado calor para mí.
Asentí con la cabeza y le mostré mi mejor sonrisa. Salimos fuera para apreciar ese aire frío de Londres. Zayn sacó de su bolsillo trasero un paquete de cigarrillos, pero antes de sacar uno, me tendió el paquete:
- Lo siento, pero yo no fumo. – Dije con una sonrisa.
- Tranquila, no pasa nada. Yo fumo solo para liberar tensión o simplemente, para desconectar de mi mundo.
Lo miré con una sonrisa. Iba a contestarle pero él, me dijo:
- ¿Sabes, Belén? Nunca he conocido a una chica como tú: Graciosa, simpática y tan hermosa.
Notaba como los colores se me subían a la cara y mis mejillas se teñían de rojo. Esto me recordaba al primer día que me besé con Aaron, antes de ser pareja oficial. De repente, sus labios intentaron acercarse a los míos, pero yo moví mi cabeza hacia un lado. Algo me decía que Zayn era como Aaron, y lo primero en mi lista para venir a Londres era olvidarme de Aaron, costase lo que costase:
- Lo siento, Zayn…yo...es que… no puedo... lo siento.
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