Era feliz. Su mano acariciaba mi espalda desnuda, arriba y abajo mientras mi dedo paseaba libremente por su pecho desnudo. No había mejor sensación que estar tumbada en la cama de un hotel después de haberlo hecho con él. Intenté levantarme pero Liam no lo impidió y haciendo tal movimiento que me quedé encima de tu torso y mirándolo directamente a los ojos. Mis mejillas comenzaron a teñirse de color rojo y rápidamente, me tapé los ojos, baje la mirada y la cabeza hasta esconderla en su hueco del cuello. Sentí como Liam reía por mi reacción y me agarró de las muñecas para que saliera de mi escondite.
- Jennifer, mírame. No tienes de que avergonzarte.
Pero no le hice caso. Pasaron los minutos y seguía sin levantarme de encima de él. En verdad, no quería levantarme por comodidad. Liam era, realmente, cómodo. Me dije a mi misma, que ya era hora de levantarse y lo hice. Miré a cualquier lugar menos a sus ojos, pero la tentación me pudo. En su precioso rostro había una sonrisa y su mirada me observaba, hasta que sus labios se abrieron para hablar:
- Jennifer, ¿De qué tienes tanta vergüenza? – Me preguntó.
- No es vergüenza, Liam. – Dije no muy segura.
Soltó una carcajada y unió nuestros labios por unos segundos más. Pasamos lo que quedaba de tarda y entrada la noche, Liam se fue. Después de besos, caricias, y más besos la puerta de mi habitación se cerró. No quedamos en vernos mañana, pero esperaba que no fuera así.
Por una parte, esperaba quedarme sola durante un par de horas, pero por la otra, no quería sentir la soledad de aquella habitación. Necesitaba a Belén, pero por lo que sabía que tardaría en volver, si es que volvía. Me senté en el sofá y puse las noticias. En un canal, salíamos haciendo la entrevista a los chicos y cuando esta terminó, un programa del corazón la sustituyó. Empecé a verlo hasta que la rubia presentadora dijo:
- Hemos visto a uno de los miembros de la bandas británica pasear por las calles de Londres y muy bien acompañado. Su supuesta amiga es, nada más y nada menos, que una de las entrevistadoras españolas, Jennifer Diaz. La pareja son portada exclusiva en muchos de nuestros diarios y algunos internacionales, esperamos verlos juntos de nuevo.
Paré la televisión de golpe. ¿Amiga? ¿Pareja? ¿Verlos de nuevo? No hacia ni cinco días que había aterrizado en Londres y ya era noticia mundial. Muy bien, Jen, te superas a ti misma cada vez.
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