Me quede dormida en el sofá hasta que oí una puerta abrirse. Primero pensé que sería Liam, pero él ya se había ido y luego, me entró el pánico. Mi mente reacciono a tiempo, y el nombre de mi compañera vino a mi mente.
- ¿Belén? ¿Eres tú? – Pregunté con la voz ronca.
- No, si te parece soy Liam que vengo a echarte un polvo. – Dijo irónicamente.
Le contesté y inmediatamente, escondí la cara en el cojín. Las típicas preguntas de ‘¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo?’ salieron de la boca de Belén y para seguir con la tortura le contesté una a una. Me hizo gracia su frase ‘Te dejo sola y te desvirga un famoso’. ¡Qué chistosa la chica! Seguimos hablando hasta que el reloj marcaba la hora de irse a la cama. Estaba por lanzarme a ella cuando Bel entró de repente y me dijo:
- ¿No vas a cambiar las sabanas, Jennifer?
- No, huelen a él. – Dije con la cara de tonta enamorada.
- ¡DIOS, JENNIFER! ¡Qué asco! No hay quien te entienda, mujer. – Dijo desesperada.
- Belén, espero que me digas eso mismo el próximo día. – Dije guiñándole un ojo.
- ¡Pervertida! – Gritó.
- Será que tú no. – Solté sin más.
Reímos hasta que cada una se estiro en su cama. Me aferré a la almohada y respire hondo. Su perfume inundo mis fosas nasales y parecía que dormía encima de él. Sonreí conscientemente y para mi sorpresa, la pantalla de mi teléfono móvil se iluminó y con él, toda la habitación.
- Jen, creo que alguien no tuvo suficiente esta tarde. – Dijo Belén desde su cama.
Definitivamente esta chica tiene telepatía o algo.
- ¿No estabas durmiendo? – Pregunté mientras cogía el móvil.
- Jenny, toda la habitación está iluminada. Soy tonta, no ciega. – Río para sí misma.
Abrí el mensaje y sonreí aun más.
Buenas noches, Jennifer. Mañana pasó a por ti a las diez de la mañana, pasaremos tu último día, juntos.
Te quiere,
Leeyum. <3
No hay comentarios :
Publicar un comentario