Belén me explico todo lo que ocurrió con Aaron y yo solo pensaba en Christian, en cómo me besó, sus caricias. No podía sacármelo de la cabeza, pero ahora mismo mi compañera necesitaba mi ayuda. Siempre, he creído que sigue habiendo química entre ellos, aunque uno lo niegue y el otro tenga nueva pareja. Cuando le dije lo que pensaba, me gritó. Nunca pensé que ella me fuera a gritar, era una chica con un carácter muy bueno. Sin querer, una lagrima cayó por mi mejilla y Belén de disculpó en seguida.
Para olvidar esa noche y todo lo ocurrido, me levanté y me fui a preparar dos cubatas. Volví con ella, con una sonrisa traviesa en mi rostro. ¡Tengo que animarla! Estaba bebiendo un trago, cuando Belén me preguntó:
- Por cierto Jenny, que tal con el guaperas del Christian?
¡Dios! Christian. Esa sola palabra, ese nombre solo me hacia subir los colores. Belén no sabía que me había besado con él. ¿Se lo digo? ¿No se lo digo? ¿Qué pensará de mí? Se lo digo, es mi compañera de piso y mi amiga, es como mi hermana:
- Belén…yo… - Pero no pude terminar.
- ¡Sabía que había pasado algo! ¡Cuéntame, Jenny! – Gritó ella.
- Vale, tranquila mujer. Bueno, el principio ya lo sabes. Tire una copa al suelo, solo verle en la puerta. Quería decirle lo que sentía pero el miedo me consumió. Cuando la música cambio, me rodeo con una mano la cintura y me preguntó si quería bailar con él.
- ¿Y qué le dijiste? – Preguntó interesada.
- Que si. Está claro. Estaba temblando y él se dio cuenta. Me dijo que me tranquilizara que solo sería un baile. Empezamos a bailar, y no apartaba su mirada de mí, y yo con lo nerviosa que estaba, no hacía otra cosa que apartarla de él. De pronto, cambio de posición, y me coloco delante de él.
- ¡Dios! Parece que narres una historia de amor, Jen. – Dijo emocionada.
- ¿A que si? Yo también lo pensaba, y juro que fue precioso y real. Me dijo, susurrando en mi oreja, que no era un sueño y que estaba a mi lado. Que no sabía las ganas que tenia de hacer esto. Y me besó.
- ¡NO! ¡NO! ¿En serio?
- ¡SI! Me besó. Fue increíble. No tengo palabras, Belén. – Grité yo.
- Ya lo veo, Jennifer. ¡Qué tiernos! ¿Y luego que pasó?
- Te vi en el suelo y nos separamos. Él echó a la gente fuera del piso y se despidió de mí.
- ¿Así? ¿Sin más?
- No…me besó otra vez. – Dije con una sonrisa en mi boca.
Empezó a gritar y a pensar mil cosas en voz alta. Esta es la Belén que yo conozco y quiero. Pensé que mañana podría llamarlo y quedar. Pero ella, me sacó de mis pensamientos.
- ¡Jennifer! Vamos a recoger esto y a la cama. Que mañana el avión sale a las siete de la mañana. – Me contó Belén.
- ¿Qué? ¿Mañana? ¿Avión?
- Hola. Buenas noches, Jenny. Mañana cogemos el avión dirección Londres, tenemos una entrevista pendiente. ¿O es que ahora ya no te interesa ese chico de ojos miel?
Dios. Lo había olvidado. La entrevista a los chicos. Llamaré a Christian para decirle que hasta dentro de una semana no nos veremos. Joder. Con lo bonito que era.
- ¿Christian? – Dije con la voz muy suave.
- Hola, preciosa. Dime, ¿Qué pasa?
- Mañana me voy a Londres. Tengo la entrevista a la banda británica, One Direction.
- ¿Ganaste? Felicidades, Jennifer. ¿Y cuando vuelves? – Me preguntó.
- Gracias, Christian. Dentro de una semana. – Dije con melancolía.
- Es mucho pero mientras vuelvas, me vale.
- Lo sé, lo siento. Te prometo que volveré. – Una promesa que podía cumplir.
- No lo sientas, Jen. Te tomo la palabra, entonces.
- Me encanta que me llames así.
- Lo sé, Jen. Te quiero, no sabes cuánto. – Y ahí se ganó mi corazón.
- No me digas eso, que mañana me quedo aquí. Y yo a ti, Christian. – Lo dije con toda la sinceridad del mundo.
- No, tienes que irte y traerme un regalo. Te dejo, un beso, buenas noches princesa. Buen vuelo. Te quiero.
- Te lo prometo. Buenas noches, príncipe, y yo, mi amor.
Colgamos los dos con una sonrisa. Mañana sería un gran día.
No hay comentarios :
Publicar un comentario