Me senté en el sofá, cuando todo el mundo se estaba yendo del piso por el fuerte grito que pegó Christian. Se lo expliqué todo a Jenny: lo de Aaron y su nueva novia, mi ataque de nervios, los gritos, la forma en la que me miró la modelo que tiene por novia y finalmente, como terminé en el suelo. Ella, mientras se lo explicaba, iba asintiendo y sonriendo para darme a saber que, bajo ningún concepto, voy a estar sola. Cuando terminé, Jenny empezó con su teoría:
- Belén, creo que eso es porque aún sientes algo por él, y por lo que veo es muy fuerte.
Me negué totalmente ante la contestación de Jenny. Lo negué de tal manera que me puse a gritarle, cuando ella solo pretendía ayudarme. Estaba muy mal. Supe, que hice mal cuando una pequeña lagrima cayó por la mejilla de Jenny, y por más que lo negara, muy a dentro de mi sabia que aún sentía cosas por él.
- Jenny, siento mucho haberte gritado. Lo siento, no quería. Me ha consumido la rabia y yo…perdóname. Lo único que quiero hacer es olvidar está noche y pensar en mañana.
Jenny me entendió por la situación que estaba pasando. Y para terminar bien la noche y hacerme olvidar lo ocurrido, se levantó y pasado dos minutos, más o menos, vino con dos cubatas en sus manos y una sonrisa traviesa. Esa es mi Jenny, pensé. En verdad, aún tenía algo que preguntarle a mi compañera y sabia que ese si era un tema que le gustaba, tanto como el chico implicado:
- Por cierto Jenny, que tal con el guaperas del Christian?
De repente se puso muy roja como un tomate, como si ella hubiese hecho algo que yo no sabía. Aquí ha pasado algo y yo no me he enterado.
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