jueves, 7 de agosto de 2014

Capitulo 14: Resaca

Los rayos del sol entraban por la ventana de la habitación y yo empezaba a despertarme. Un día en Londres para comprar, visitar tienda y admirar las vistas…Las vistas. Me quedé en la cama pensando en mis cosas, cuando la estridente voz de Jenny, me hizo darme cuenta de la verdadera razón por la que estábamos aquí:
-       ¡Belén! ¡Belén, despierta! ¡Cómo no te espabiles llegaremos tarde a nuestra entrevista y ya sabes lo importante que es para nosotras! ¡Arriba! – Gritó por encima de mis pensamientos.
-       Ya voy…no me chilles de buena mañana, Jenny. – Le contesté medio dormida.
Y era cierto, hoy iba a ser un día muy importante. Hoy entrevistaríamos a los cinco chicos más famosos de toda la faz de la tierra. Me levanté y fui directa al baño. Levanté los ojos y me asusté ante tal imagen. Si iba así a entrevistarlos, con mi cara de resaca, saldrían corriendo, pensé. Mi cabeza no para de dar vueltas y me dolía a horrores. Idiota. No tendría que haber bajado al bar anoche y menos aceptar los cubatas a los que me invito ese camarero. Espero y deseo no vomitar en la sala cuando los estemos entrevistando.
Bajamos a la cafetería a desayunar y esperando encontrar a Matt y Katherine, pero a Jennifer le llegó un mensaje de Matt: “Jen, no hemos podido esperaros. Teníamos la entrevista a las nueve de la mañana. Muy temprano. Nos vemos luego, besos.” Me leyó el mensaje y me preguntó en un tono burlón:
-       ¿Qué hiciste anoche con el camarero eh?
-       Nada. Me invitó a un par de cubatas y yo acepté. Nada más. – Dije seria.
-       ¿Y con el chico de la portería? – Preguntó de nuevo.
-       Nada. Tiene novia o algún rollo, porque me lo encontré besándose con otra. ¡Qué asco! – Dije recordando ese momento.
-       Belén celosa. Interesante. – Dijo alzando las cejas.
-       ¡NO!
En verdad, era el típico rubio británico, de esos que no se ven a menudo en España, pero no, no me gusta en lo más mínimo. Además, no le conozco de nada, por favor.
-       Jenny, espero no encontrarlo ahora. Porque si no me voy directa a la entrevista, sin desayunar ni nada.
-       ¡Oh, vamos, Bel! No es para tanto. No debería importarte…pero creo que si te importa o ¿me equivoco? – Dijo con una ceja alzada y una sonrisa de medio lado. Cuando pone esa cara me da miedo.
-       ¡No, Jen! Solo somos amigos. En realidad, ni amigos, conocidos.
Cuando entramos en la cafetería, giré los ojos hacia la puerta para mirar si estaba y para mi suerte, no estaba.
-       Menos mal, que no está. – Bufé de alivio.
-       Vamos, Belén. Comemos algo y nos vamos. ¡Y alegra esa cara, mujer! – Dijo con un codazo.
Jennifer tenía razón, pero aún me dolía la cabeza. Me tome una de las pastillas que traía en el bolsos y comí con desgana y con continuos comentarios de Jenny. Estaba harta, tenía que sacar tema de conversación. ¡YA! :
-       Por cierto, Jennifer. Al final, ¿Hablaste con Christian?
-       Si. – Pero su sonrisa se borró de inmediato.
-       Jen, ¿Qué ha pasado? – Cuando a Jenny se le borra una sonrisa, es porque algo ha ido mal.
-       Le dije que quería disfrutar de Londres y que me sabia mal que él estuviese preocupado por mí. Así, que le propuse que cuando volviera lo retomaríamos, si sentíamos lo mismo.
-       Jenny, realmente, ¿Te gusta?
-       Venga, Belén. Nos vamos, que tenemos que irnos. – Dijo de golpe cambiando de tema radicalmente.
Cogimos las cosas necesarias y nos pusimos en marcha hasta la sala de reuniones que quedaba a solo unos minutos de nuestro hotel. Una vez allí, Jen sonrió y dijo:
-       Vamos a disfrutar de este día, Bel. 

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