domingo, 10 de agosto de 2014

Capitulo 8

Seguía encima de ella, besándola. En mi mente paso una simple pregunta ¿sería virgen? Aunque por la forma en que me besaba y me tocaba la espalda no lo parecía. Peró para estar más tranquilo, se lo pregunte:

- ___ (tn), antes de que todo esto llegue más lejos, te quería preguntar una cosa ¿Eres virgen?

- ¿Liam, si te dijo la verdad me vas a dejar? – Me dijo con los ojos muy abiertos.

- ¡ERES VIRGEN! Pero cómo es posible. Si me besas como si tuvieras mucha practica, si me tocas como si lo hubieras hecho desde siempre…

- Liam, soy virgen y punto. Si quieres me voy, tranquilo. Lo entiendo. – me dijo con tristeza.

- ¿IRTE? Por la simple razón de que yo seré el primero y por eso me dan más ganas de hacerlo contigo. – Dije con los ojos puestos en ella y con una sonrisa.

- Te lo juro que si no fuera porque te vas el sábado no te dejaría dormir en toda la noche, Liam. Pero tú tienes que empezar a preparar las maletas y yo tengo colegio mañana. 

- ¿Y tú te crees que por esa chorrada no puedo hacerlo? – Dije levantando una ceja.

- Sí, creo que no estarás a la altura mañana. – Dijo casi riéndose. – Liam, lo digo en broma. Hazme tuya, por favor. 

- Gracias al cielo, pensaba que nunca me lo dirías, amor. – Y la besé, apretándola contra la cama. 

Me deshice de su molesta ropa, dejándola en ropa interior. Estaba tan indefensa, tan pequeña debajo de mí. Ella intentó sacarme la camisa de cuadros, pero no pudo porque no separaba sus labios de los míos ni un momento. En ese preciso instante, me vino a la cabeza una afirmación creada por mi subconsciente: “¿Liam, enserio vas hacerle el amor? Si solo la conoces desde hace dos días o menos. Tómatelo con calma, ella aun es virgen”. Tenía razón no podía, no debía hacerlo. Le besé el cuello y me senté en el borde de la cama.

- ¿Liam, que te pasa? ¿Por qué has parado? – Me pregunto sorprendida.

- ___ (tn), no puedo hacerlo. Hace dos días que nos conocemos y, aunque me gustas mucho y creo que me estoy enamorando de ti, no puedo. – Le contesté con la mirada baja.

- Liam, lo entiendo. Es mejor así. Me voy que mañana tengo clase. – Dijo sería.

- ¡___ (tn), no te vayas por favor! Quédate conmigo esta noche, por favor te lo pido. – Le dije mirándola a los ojos. 

- Está bien, pero mañana me llevaras al colegio ¿de acuerdo?

- Claro, ningún problema, cariño.

- ¿Cariño? Dímelo otra vez, me encanta como sale de tu boca, Liam. – me contesto mirándome a los labios con deseo.

- Cariño mío. Bésame. 

Y me besó, después de ese largo beso, nos estiramos en la cama. Ella se puso de espaldas a mí y yo la rodee con el brazo. Nos quedamos dormidos en segundos. 

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