Me levanté y me puse el pijama, observando como ella me miraba por encima de la sabana, intentando ocultar su espionaje:
- ¡Vaya, vaya! ¡Pero si me estás espiando! – Dije con mi tono más alegre.
- ¡Mentira! No te creas el centro del mundo Liam Payne. – Me contestó tapándose la cabeza.
Me abalancé sobre ella y sacó su cabeza de entre las sabanas. Tenía sus labios a centímetros de los míos y le dije:
- ___ (tn), bésame o te besaré yo y no será como dulce como las otras veces.
- ¿Me estás amenazando Sr. Payne? – Me contestó burlona.
- Se podría decir que si, Sra. Rodríguez y como que veo que no me va a besar, va a tener que soportar mi venganza por espiarme.
Comencé hacer cosquillas por todo el cuerpo, mientras que con las manos sujetaba las suyas, para que no atacase ella:
- Liam, para, para por favor. Te besaré si te disculpas por haberte reído de mi pijama.
- Lo siento mucho, cariño. No quería reírme pero estás adorable con este pijama. – Le dije con mi mejor cara de niño bueno.
- Oh! No puedo resistirme a tu carita de niño bueno, me encanta. Te perdono.
Me besó rodeando mi cuello con sus brazos. El beso se intensificó y se puso encima de mí para poder controlar mis movimientos, pero se paró:
- Liam, mañana es mi cumpleaños y mis padres vendrán a despertarme, no queremos que nos vean desnudos ¿A qué no?
- ¡Claro que no! Mañana ya te daré tu regalo de cumpleaños. Ahora a dormir. Buenas noches, mi amor. – Y le besé la frente.
- ¿No me darás un beso como dios manda? ¿O acaso eres mi padre?
Le cogí el cuello, acercando sus labios a los míos, saboreándolos, disfrutándolos. Cuando termine le dije:
- ¿Mejor Sra. Rodríguez?
- Mucho mejor, Sr. Payne. Mucho mejor. – Y me volvió a besar.
Se estiró a mi lado, apoyó su rostro en mi pecho y cogió mi mano para depositar ambas encima de mi estomago.
- Buenas noches, mi amor.
- Buenas noches, princesa.
lunes, 25 de agosto de 2014
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