Capitulo 17

Estamos dentro el coche y parados delante de su casa. ___ (tn) no quería entrar por miedo a que sus padres la castigaran o peor, que no le dejasen venir conmigo. Pero ya era hora de asimilar nuestro destino. Bajamos del coche y ___ (tn) vino corriendo a cogerme la mano. Notaba sus nervios y su miedo cada vez que dábamos un paso hacia la casa. Cuando estábamos a punto de tocar al timbre, agarre la mano de ___ (tn) y besé cada uno de sus nudillos, viendo como su sonrisa invadía su cara. Tocamos el timbre y enseguida nos abrió su madre, que tenía la cara llena de preocupación que iba disminuyendo cada vez al ver a su hija enfrente de ella.

- ¡___ (tn), cariño! Pensé que no volvería nunca. – Dijo la mujer abrazando a su hija.

- Hola mama. Quiero ver a papa y preguntaros una cosa. – Dijo ___ (tn) con una sonrisa.

- Claro, pasa. Tu padre está sentado en el sofá. Hola, Liam. – Contestó su madre.

- Buenos días, señora Rodríguez. – Dije amablemente.

- Liam, mi nombre es Rosa Mayneris. – Dijo alegremente y con una sonrisilla.

- Lo siento, señora Mayneris. Pensé que al estar casado con el señor Rodríguez, usted cambio su apellido. – Intenté disimular mi error.

- Liam, aquí, en España, las mujeres no perdemos nuestro apellido al casarnos. – Me explico y luego me guiño un ojo. 

- Claro, señora Mayneris. 

Entré a la sala, cuando ___ (tn) y su padre estaban a hablando alegremente y sin problemas.

- ¡Hombre, Liam! Pasa hijo. – ¿Oí bien? Me dijo hijo. 

- Señor Rodríguez, ¿qué tal está? – Le pregunté.

- Liam, se que intentas ser educado pero llámame José. – Me respondió.

- Claro, señor Ro…José. – Y sonreí por lo bajo.

- ___ (tn) me ha dicho que quiere ir contigo a Madrid, pero antes de aceptar y ver como mi hija se va de casa, quiero preguntarte algunas cosas. – me dijo mirándome fijamente.

- Claro. Soy todo oído. – Me senté al lado de ___ (tn) en el sofá. 

- Primero el lunes ___ (tn) cumple 18 años y quiero celebrarlo. ¿Sería posible que estuviera aquí el domingo por la tarde? Segundo, quiero que ___ (tn) continúe con sus estudios secundarios, aunque esté contigo quiero que siga estudiando. – Me parece que iba para largo, pero primero de dio la palabra.

- El domingo por la mañana ya estará aquí, yo mismo la traeré. Y respecto a los segundo, personalmente me encargare de que ___ (tn) tenga al mejor profesorado. – Contesté hábilmente.

- Bien. Tercero y último. No quiero ver ni un solo artículo de ___ (tn) borracha, en malas condiciones, etc. Si dejo que se vaya contigo, quiero que la cuides como tal. – Me explico y su cara se tensó.

- José con todos mis respetos. Quiero a ___ (tn), es mi novia no un juguete. La cuidaré las veinticuatro horas del día. 

Dicho esto, José aceptó el viaje de su hija. ___ (tn) contenta y feliz, me agarró de la mano, besó a su padre en la mejilla y los dos subimos corriendo a su habitación. Ella tenía muchas cosas que preparar y yo tenía mucho tiempo para ver como lo hacía. Antes de que empezara a poner las cosas dentro de la maleta, se acercó a mí y me dijo:

- Liam, ahora mismo soy la chica más feliz del mundo. – Y me besó.