lunes, 13 de octubre de 2014

Epílogo

Un año después:
Estaba durmiendo en la cama hasta que unos labios se posaron en mi hombro y me daban besitos en toda la espalda y nuca. Abrí los ojos y vi a Liam muy concentrado en su labor:
-       Buenos días, guapetón. ¿Qué haces? – Pregunté medio dormida.
-       Buenos días, cariño. Despertar a mi bella durmiente. Llevas durmiendo más de doce horas. Creo que ya es hora de levantarse.
-       Pero se está tan bien en esta cama, déjame un par de horas más. – Supliqué.
-       No, lo siento Jenny. Belén me manda porque quiere que vayáis de compras. – Dijo riéndose.
-       ¿Otra vez? – Pregunté harta de comprar vestidos.
-       Si, cariño. Ahora quiere un vestido para los premios de esta noche.
-       ¿Y no le puedes decir que he muerto? ¿O algo parecido? Leeyum, de verdad, que no quiero ir, por favor. – Supliqué de nuevo.
-       Jennifer, sabes que no puedo decirle que no. ¡Por favor, hazlo tú por mí!
Me miro con esa carita de ángel y acepté. Besó mis labios y me dejó para que me cambiara. Cuando estaba poniéndome los pantalones, Belén entró como un huracán y dijo:
-       ¡VENGA, JENNY! ¡QUE VAMOS TARDE!
-       Belén, los vestidos y las tiendas no se van a ir a ningún lado. Tranquilízate, por favor. – Dije con calma.
-       Como se nota que no sabes lo que dices. Si no nos damos prisa, los mejores vestidos no estarán. Y el otro día, vi un vestido rojo que me enamoró. – Dijo mirando al techo.
-       ¡Qué mujer! ¡Ya voy, pesada! – Grité para que se callará.
Estuvo hasta que estuve lista y bajamos. Zayn y Liam estaban estirados en los sofás y cuando nos vieron, dijeron al unisonó:
-       ¡Preciosas!
-       Gracias, cielo. Nos vamos corriendo. Que Jen se ha retrasado, como siempre.
Fui a contestarle, pero me callé. Belén besó a Zayn y yo a Liam y salimos. Una vez fuera, y antes de meterme en el coche, le dije:
-       Belén, quién lo diría, ¿eh? Nos vamos a comprar un vestido para acompañar a nuestros novios a unos premios.
-       Las vueltas que da la vida, Jen. ¡Somos chicas con suerte!
-       Suerte, la que tuvimos a ganar ese sorteo que nos condujo hasta Londres y hasta ellos.
-       Si. ¡Mucha suerte! ¡Venga darte prisa, que vamos tarde!
Sonreí y me metí en el coche con mi mejor amiga, mi compañera de piso y ahora, mi compañera de vida. La historia de mi vida es digna de explicar y vivir, porque es digna de vivir a su lado.

FIN.

Muchas gracias por leer mi novela. Espero que os haya gustado :)
Aquí os dejo el link por si quereis leerla en wattpad:
http://www.wattpad.com/story/9607244-the-story-of-my-life

Capitulo 44: ¿Queréis cumplir vuestro sueño?

Cuando terminaron los cuatro australianos, todo el mundo se volvió loco. One Direction estaría aquí en breves momentos y los nervios podían con todos. Estuvimos esperando por media hora, casi tres cuartos de hora y de repente, las luces se apagaron y la presentación del Where We Are Tour salió por las grandes pantallas. ¡Locura! Así se definía el Estadio. Y de pronto, salieron los cinco chicos que todo el mundo moría por ver.
Cantaron casi todo el repertorio del tercer disco, a acepción de algunas del primero y del segundo disco. En un momento, Liam pasó por mi lado y me vio. Su sonrisa de magnifico y me guiñó un ojo. ¡Era feliz como yo! Cristina, la chica de mi lado, se emoción y dijo:
-       ¡TIA! ¡LIAM TE ACABA DE GUIÑAR UN OJO! ¡¿POR QUÉ NO SALTAS DE ALEGRIA?!
Y como acto reflejo, salté como una loca. Harry, Niall y Louis pasaron por mi lado y también me saludaron, como si nos conociésemos, cosa que era cierta. Eso hizo sospechar a mis amigas. Y ya, la gota que colmo el vaso, fue cuando Zayn me vio y saltó como un niño para ir a buscar a Liam y decirle que yo estaba ahí. ¡Me estaba señalando! ¡Para no verlo! ¡Este loco moreno! Cuando terminó el concierto, mis amigas me acribillaron a preguntas:
-       ¿Por qué Liam te guiña un ojo? ¿Por qué Niall, Harry y Louis te saludan? ¿Y porque Zayn te conoce?
-       Chicas, tranquilas. Es complicado de explicar.
-       Espera… Cristina, abre la foto esa que enviaste por el grupo. – Dijo Sara.
Cristina abrió su móvil pero antes que pudiera buscar la foto, vi como Belén des de detrás del escenario, intentando no ser vista, me saludó y me animó a ir con ella, así que yo dije:
-       Chicas, ¿queréis cumplir vuestro sueño?
Las tres se quedaron atónitas y yo sonreí. Fui a hasta esos dos hombres de seguridad que nos vieron al principio y dije:
-       Me llamo Jennifer y creo que ya sabéis que tenéis que hacer.
Los dos sonrieron y me ayudaron a subir. Cuando estuve arriba, grité:
-       Chicas, no os mováis, pase lo que pase.
Las tres asintieron y yo salí disparada hacía Belén. Una vez detrás de todo el escenario, me abracé a ella y ella a mí. Cuanto la había echado de menos. La abracé hasta nos llevaron a un camerino, donde estaban los chicos. Todos estaban encantados de verme y en especial, Liam. Se acercó a mí y me dijo:
-       Hola, Jennifer. Te he echado mucho de menos, preciosa.
Y me besó. Unió nuestros labios como hacía tiempo que no lo hacía. Sujetó mi cintura con sus manos y yo rodeé su cuello con las mías. Cuando nos separamos y son sonreímos. ¡Sé me olvidaba!:
-       Chicos, sobre todo Harry, Louis y Niall. Sé que a lo mejor no lo podéis hacer, por seguridad o por cualquier otra cosa, pero podrías conocer a tres chicas. Han estado durante toda la mañana y en el concierto conmigo, y la verdad, creo que… - Pero Liam me cortó.
-       No tienes que pedirlo, cariño. Las van a conocer. – Sentenció riendo.
Sonrió y me guiño un ojo. Al cabo de unos minutos, mis tres nuevas amigas entraron y se quedaron sin palabras al ver a esos tres chicos que les quitaban el sueño. Me separé de Liam y les dije:
-       Siento haberos mentido y no haberos decido quién soy verdaderamente, pero creo que es mejor así. Cristina te presento a Niall. Niall te presento a mi rubia amiga, Cristina.
Este sin pensárselo dos veces, se acerco a ella y la abrazó. A Cristina se le saltaron las lágrimas al tener a su irlandés con ella. Seguidamente, presente a Harry a Anna y a Louis a Sara y todos se fundieron en un abrazo. Se tomaron fotos y obviamente, Zayn y Liam también salieron. One Direction eran cinco miembros y eso mis amigas lo sabían.
Cuando se despidieron de ellos, me cogieron por banda y después de abrazarme, me dijeron:
-       No sabes cómo te agradecemos esto, Jennifer. Sabía que te conocía de algo, por eso le dije a Cristina que cogiera el móvil. Una amiga nos envió una foto donde salías con Liam y yo te había reconocido. Gracias por cumplir nuestro sueño. – Dijo Sara con aún lágrimas en los ojos.
-       Tranquila, no te preocupes. Y las gracias os las doy yo por haberme dejado estar con vosotras durante este día. – Dije sonriendo.
Nos abrazamos y se fueron. Volví con los chicos y Belén. Esta, colgada del brazo de Zayn y feliz, me dijo:
-       Y ahora, ¿qué vas hacer, Jen?
Sonreí y besé cortamente los labios de Liam.

Aquí os dejo el link por si quereis leerla en wattpad:
http://www.wattpad.com/story/9607244-the-story-of-my-life

Capitulo 43: ¿En qué sector estás?

La semana y media pasó como pasaba una buena película. Belén me había enviado mi entrada por correo y cuando la tuve la admiré, como quién admira una obra de arte. Y el día esperado llegó. Hoy vería de nuevo a Belén, a Zayn y sobre todo, a Liam. La verdad, me moría por verle. Por verle sonreír, por verle reír y volver a sentir sus labios sobre los míos. Me levanté temprano por los nervios y con toda la tranquilidad del mundo llegué hasta el estadio Olímpico de Barcelona y me quedé sin palabras. Había centenares y centenares de chicas, solas o acompañadas por sus padres haciendo cola. Algunas dormían en el suelo con sacos de dormir, otras deambulaban por ahí y yo no sabía dónde meterme.
Caminé por las filas y me reí a ver a unas niñas pintándose los brazos y piernas con los nombres de los chicos. ¡Qué tiernas! Seguí andando y unas chicas me dijeron:
-       Hola, ¿buscas a alguien?
-       Mmmm… Hola. No, no busco a nadie en concreto. Solo paseaba. – Miré a las tres chicas que me habían preguntado.
-       ¿En qué sector estás? – Pregunto la rubia.
-       Creo que… en el A. – Saqué mi entrada y lo confirme. – Si, sector A.
-       ¡Nosotras también! Si quieres puedes ponerte aquí. Así, no estás sola. – Saltó de alegría una castaña con mechas rosas.
Asentí y pasé toda la mañana con ellas. Se llamaban Cristina, Sara y Anna. Todas eran de Valencia y habían venido a acampar para estar lo más cerca posible de One Direction. Cristina, la rubia que me pregunto, estaba como loca por Niall. Según ella, ese rubio irlandés le volvía loca. Sara se moría por Louis y su locura. Y en cambio, Anna, la de las mechas rosas, estaba enamorada de Harry, su niño. Me contaron que su sueño era conocerlos a todos y en especial a ellos tres. Mi mente empezó a pensar en poder cumplir su sueño.
Sobre las cuatro y media de la tarde llegaron los teloneros e hicieron las pruebas de sonido. De tanto en tanto, alguna canción de 5 Seconds of Summer o de Abraham Mateo sonaba por todo el Olímpico. A las seis entrabamos en el Estadio Olímpico de Barcelona y parecíamos niñas. Nos colocamos a pie del escenario, donde dos hombres de seguridad con miraron y saludaron. ¡Qué simpáticos! En las grandes pantallas, pusieron algunos anuncios. Con algo de retraso, los dos teloneros tocaron sus canciones y yo disfruté como una más. Nadie me conocía, nadie sabía quién era, nadie sabía que cuando terminase ese concierto yo estaría en los brazos de uno de los miembros de One Direction. 

Capitulo 42: ¡Soy Belén!

¡Qué depresión de libro! No lo terminé, fue imposible. Veinte páginas y todo lo perfecto se hundió. ¡No! ¡Me negué a continuarlo! ¿Qué me duró el libro? ¿Una hora? Lo intenté con otros libros, pero todos me recordaban a ellos. Después de que el plan de Matt se fuera a la mierda y una semana y media pasará, decidí hacer limpieza general. Mientras bailaba con la aspiradora, mi móvil sonó. Me alegré de ver: Llamada entrante de Belén. Cumplí las promesas de Liam y Belén, cada día hablábamos y cada día les explicaba lo que había hecho. Descolgué al tercer pitido y un estridente grito me dejó sorda:
-       ¡JENNY! ¡SOY BELÉN! ¿QUÉ TAL ESTÁS?
-       Hola, Belén. Sé que eres tú, tonta. Muy bien, haciendo limpieza. ¿Y tú? ¿qué tal por Londres? – Pregunté.
-       ¡Qué lista es mi chica! Muy bien, Zayn no deja de mimarme y Liam es un encanto.
Liam. Estuve unos minutos en silencio, hasta que de pronto dos voces más se oyeron en mi oreja:
-       ¡HOLA, RUBIA! – Gritó Zayn.
-       ¡HOLA, JENNIFER! – Volvió a gritar Liam.
-       ¡Hola, chicos! ¿Cómo estáis? – Pregunté ilusionada de escucharlos.
-       Muy bien pero echándote de menos. – Dijo Liam.
-       ¡Ya salió el dramático romántico! – Se rió Zayn.
-       Yo también os echo de menos. Contadme ¿qué tal todo? – Pregunté esperando oír buenas noticias.
-       ¡Agárrate bien a la aspiradora, Jen! ¡Porque lo que te voy a decir es un bombazo! ¡ONE DIRECTION VIENE DE GIRA A ESPAÑA! – Gritó Belén mientras escuchaba las risas de los chicos.
-       ¿¡QUÉ!? – Grité de vuelta.
-       ¡Lo que has oído, bonita! Y tú ya tienes tu entrada VIP, con M&G para conocer a los chicos, cosa que ya has hecho, y visitarlos en los camerinos. ¿Feliz? – Preguntó Belén más emocionada que yo.
-       ¡MÁS FELIZ QUE UNA PERDIZ!
Iba a volver a ver a los chicos y a Belén y lo mejor es que no tenía de que preocuparme. Tenía la entrada y la garantía que los vería. Liam se apoderó del móvil y me explicó que vendrían el 8 de Julio. ¡Ilusión mode on!
Ya tenía planes para dentro de una semana y media. 

Capitulo 41: ¡Así me gusta, Jen!

Y dejaron mi vida. Mi mejor amiga y compañera voló a Londres, con el chico que robó mi corazón y el que robó el suyo. Llegué a casa a base de golpes, preguntas y fotos. ¡Qué cruz! Una vez cerré la puerta, la realidad me golpeo en la cara y supe que la soledad y la tristeza podrían conmigo, tarde o temprano. Esa noche no pegué ojo. Seguía recordando los besos y las caricias de Liam por mi cuerpo. Los gritos y las risas de Belén por las mañanas. ¡Imposible! Me levanté y puse mi vida en marcha.
Lo primero que hice, fue ir a la Universidad para informar que Belén se había mudado a Londres y que llamaría para arreglar los papeles y todo, pero para mi sorpresa mi profesora me dijo que ya estaba todo solucionado, que un chico se había puesto en contacto con ellos. Zayn, pensé.
Lo segundo que hice, fue abrazar a Emma, Katherine y Matt. Los tres me escucharon muy atentos cuando expliqué que Belén se había ido con Zayn. Al oír ese nombre, Aaron apareció de la nada y dijo:
-       Así que es cierto, ese loca del Manchester se ha ido.
Asentí y vi como algo en los ojos de Aaron se rompía. Yo sabía que aún sentía algo por mi compañera, pero el tiempo pasa y los trenes también. Katherine me comentó que las cosas no habían cambiado demasiado. Marisol seguía dominando el lugar. Todo seguía igual y en realidad, lo deseaba.
Después de clases Matt, me invitó a tomar algo y me ayudó a no pensar en Belén o Liam, porque lo único que conseguía era deprimirme y llorar:
-       Jenny, dedícate a algo. Cuando llegues a casa, no te quedes mirando la televisión o un punto en el fondo de la pared. Lee un libro, queda con las chicas, sal, diviértete. Pero no te quedes estancada en casa. Llámame y vendré corriendo si hace falta, ¿vale?
-       Gracias, Matt. Me iré a la biblioteca a buscar algún libro para leer. – Sonreí de alguna forma.
-       ¡Así me gusta, Jen! – Ríe Matt.
Después de despedirme y decirle a Matt que le quería muchísimo como a un hermano, sé que algo le había dolido pero hay que dejar las cosas claras. Besé su mejilla y me fui. Como le dije, fui a la biblioteca y la mujer me recomendó una autora, Megan Maxwell. Vi que tenía bastantes libros pero me decanté por Los príncipes azules también destiñen. ¿Qué podría hacer si mi chico y mi mejor amiga se habían ido? Leer como dijo Matt.

Capitulo 40: No lo olvides, Jennifer

Después de ese beso, Belén y Zayn bajaron las escaleras para que nos reuniéramos todos juntos en la sala. Reímos por todo lo que habíamos pasado juntos, por todo lo que podríamos vivir juntos, pero Liam, dijo:
-       Zayn, volvemos a Londres.
La cara del moreno se descompuso y la de Belén quedo en shock. Liam les explicó todo lo que habíamos hablado nosotros y finalmente, después de gruñidos y llantos, lo entendieron. Sabía que Belén no querría dejar a Zayn, así que le dije:
-       Bel, puedes irte con ellos a Londres. Tienes que ser feliz.
-       ¿Qué? ¿Quieres que me vaya y te deje aquí sola con este idiota suelto? ¿¡ESTÁS LOCA!? – Me gritó.
-       No, Belén, no estoy loca. Pero lo que si que veo es que Zayn y tú os queréis, y porque lo que Liam y yo teníamos no funcionase no quiere decir que a lo vuestro le pase lo mismo. – Expliqué.
-       Pero que conste, que yo si te quiero, Jennifer. – Se quejó Liam.
Le sonreí y Belén se quedó pensativa. ¿Quedarse conmigo o irse con Zayn? La respuesta era clara. Corrió hasta mí y mientras lloraba y me abrazaba, me dijo:
-       Quiero que sepas que aunque esté a no sé cuantos quilómetros de ti, quiero que me cuentes las cosas. Que chicos te dicen hola y con quién comes. Nunca, pase lo que pase, olvides que siempre estaré por y para ti. Y si tengo que obligar a estos dos a que me traigan a España de nuevo, no dudes que lo haré, ¿vale? Te quiero, muchísimo Jen. No lo olvides nunca.
No quería llorar, pero cuando terminó no pude aguantarlo y lloramos las dos mientras dos famosos nos miraban con adoración y ternura. Después de más llantos en el aeropuerto, Belén y Zayn desaparecieron dentro del avión y Liam, cogiéndome de la cintura y atrayéndome hacia él, me dijo:
-       No rompas la promesa, Jennifer. Te quiero, ahora y siempre.
-       No te preocupes, Liam, no la romperé. Y yo a ti. Cuida de esos dos morenos. – Sonreí una última vez.
Me abrazó, beso mi pelo y mis mejillas donde las lágrimas empezaban a salir de nuevo y antes que pudiera irme, beso mis labios:
-       No lo olvides, Jenny. Te quiero.

Aquí os dejo el link por si quereis leerla en wattpad:
http://www.wattpad.com/story/9607244-the-story-of-my-life

Capitulo 39: Vete, vuelve a Londres

¡Christian! En cuanto Liam lo vio, su cara se transformó por completo. Los ojos se le tiñeron de negro y los músculos se le tensaron. Se levantó pese a las continuas palabras que le decía. Belén estaba parada en la puerta y no se percató de la presencia de Liam, hasta que este impactó su puño en la cara de Christian. ¡Dios, eso tenía que doler! Los tres estábamos en shock, no sabíamos si parar a Liam y alejarlo de Christian o dejarle que le diera su merecido.
Mientras nuestras mentes trabajaban en elegir uno de los dos planes, Liam molía a ostias duras y directas la cara y el cuerpo de Christian. No fue hasta que vi la sangre de él en las manos de Liam, que grité:
-       ¡LIAM! ¡BASTA! ¡QUÉ LO VAS A MATAR!
Zayn reaccionó con mi grito y sé acercó a los dos locos que se mataban en el suelo, o al loco que mataba a Christian. Agarró a Liam de la espalda y lo alejó de un muy magullado Christian. Rápidamente, fui con Christian y llamé a una ambulancia. Me daba igual los paparazzis, me daban igual los periódicos. Al cabo de unos minutos, dos enfermeros se llevaron a Christian y este, antes de desaparecer por la puerta principal del edificio, dijo:
-       Lo siento, Jen.
Y una lágrima cayó por mi mejilla. Volví a entrar en nuestra casa y Belén y Zayn habían desaparecido. Seguramente estaban en la habitación de ella. Liam estaba sentado en el sofá con su cabeza apoyada en sus manos. Me senté a su lado pero sin tocarlo. Liam levantó la cabeza y dijo mirándome a los ojos:
-       Lo siento, Jennifer. No sé que me he pasado, se me ha ido de las manos. No pretendía herirle, solo asustarlo y ya está. Te juro que no quería hacerle daño.
-       Liam, a mi no tienes que pedirme perdón. Pero ya sabes que una vez te dije que la violencia no es la respuesta a nada y tú sigues sin hacerme caso, lo único que te puedo decir es que te vuelvas a Londres, donde está tu vida y tu gente. – Le contesto sin mirarle yo.
-       ¿Qué? ¿Me estás diciendo que por pegarle a ese tío que te pego a ti quieres que me vaya y te deje aquí? ¡Lo llevabas claro, Jennifer! – Me dijo con un tono que no me gustaba.
-       Exactamente eso te estoy diciendo, Liam. Vete, vuelve a Londres. Sé feliz y vive.
-       Soy feliz dónde estés tú. ¿Qué no lo ves? He viajado des de Londres para verificar por mi mismo que estás bien, que me necesitas tanto como yo a ti. No puedes pedirme que me vaya. Jen, te quiero y eso ni un océano puede remediarlo. Por mucha agua que metas entre medio de los dos, te seguiré queriendo y tú me seguirás queriendo a mí.
-       Liam, sabes que nuestras vidas no son compatibles. Claro que te seguiré queriendo, pero de una forma distinta a la que algún día una chica te pueda querer. Hazme caso por una vez en tu vida, Liam Payne. Vuelve a Londres. – Seguía intentándolo, aunque no lo quisiera.
-       ¡Y UNA MIERDA! ¿Qué tonterías estás diciendo, Jennifer? ¡Te quiero y me quieres! ¿Qué estás diciendo de nuestras vidas? ¡No metas a la fama en esto! – Gritó fuera de sí.
-       Liam, escúchame… - Pero como costumbre, me interrumpió.
-       ¡NO! No quiero escucharte si vas a decirme lo mismo que la otra vez. ¡NO! Me niego a escuchar eso de tus labios una vez más. ¿Te ha quedado claro? – Declaró harto de todo.
-       Sigues sin saber escuchar a la gente, Leeyum. – Y sonreí.
Al decirle esa palabra, su cara se dulcificó y su voz volvió a ser la que a mí me enamoró. Me tocó una mejilla y me preguntó:
-       ¿Por qué me llamas así?
-       Porque sé que no me escuchas cuando estás enfadado. Y cuando se te pasa, te lo digo y vuelves a ser el chico que me enamoró. – Le expliqué.
Sonrió con esa preciosa sonrisa que tenía y dijo:
-       Si me voy, quiero que me prometas que cada semana nos llamaremos antes de irnos a la cama y que cada día me mandarás un mensaje diciéndome lo que has hecho y por encima de todo, quiero que me jures que nunca va a dejar que nadie te cambie. Dentro de unos años, cuando vuelva a España quiero verte en el concierto, siendo la misma chica que conocí en Londres haciéndome una entrevista y la que se sonrojó al decirle Piernas bonitas y cara de ángel. ¿Me prometes todo esto?
-       ¿Quieres que me corte las venas y hagamos un pacto de sangre? – Me reí de él. Asentí como si me pidiera ir al fin del mundo con él.
-       ¡No te rías, Jenny! – Se río él.
Me cogió de la cintura y me puso encima suyo. Me miro con esos ojos caramelos que tanto había deseado ver un día y me dijo:
-       Si me besas, prometo cumplir mi única promesa. Prometo irme a Londres y llamarte cada día antes de irme a la cama.
-       ¿Eso no era mi promesa? Liam que empiezas a hacerte mayor y olvidas las cosas que prometes.
Sonrío y fundimos nuestros labios una última vez.