Después de probarme mil vestidos, elegir uno y tener la misma discusión con Belén una y otra vez, salimos hacia el club. Al entrar, ahí estaban. Los cinco chicos más deseados en toda la faz de la tierra. Liam me miraba con una sonrisa, pero Harry fue el que empezó:
- Hola, chicas. Estáis preciosas.
- Hola, chicos. Gracias, vosotros no estáis nada mal. – Dije yo con una sonrisa.
- ¡Vamos a tomar algo, que sino Niall se duerme! – Gritó Louis por encima de la música.
Todos asentimos y nos dirigimos a la barra. Niall, Louis y Liam se sentaron en los taburetes que habían vacios mientras intentaban captar la atención del camarero. Zayn y Belén se fueron de mi vista, en cuanto me giré para controlar a mi compañera, pero los localicé en la pista de baile. Por suerte, la noche acababa de empezar. Una voz profunda y lenta me sacó de los pensamientos que pasaban en ese instante por mi mente:
- Jen, ¿Quieres tomar algo? Yo invito. – Me preguntó Harry tomándome la cintura para que le contestase en el oído.
Un escalofrío recorrió mi espalda al sentir su mano en mi cintura, de modo que asentí con la cabeza delante de sus ojos y para mi suerte, me soltó. Al cabo de unos minutos, Niall y Louis aparecieron con un vaso cada uno y me invitaron a probarlo. Con una mano cogí el vaso del irlandés y lo probé. Vodka Redbull. Mala combinación para mí. Puse cara de asco al sentir como el líquido caía por mi garganta y Louis rió ante mi reacción. Liam y Harry aparecieron y Liam traía dos vasos. Me entregó uno con una sonrisa y Harry añadió:
- Te lo quería pagar yo, pero Liam ha insistido tanto que no he podido decirle que no.
- Entonces, las gracias son para él, no para ti. – Sonreí ante mi comentario. – Gracias, Liam.
- De nada, Jennifer. – Contestó él.
- Liam, puede llamarme Jenny o Jen, ¿Creo que ya lo dije no?
- Si. – Dijo Harry asintiendo como un buen muchacho.
Louis se despidió de nosotros para encontrarse con su chica, Eleanor. Hacían muy buena pareja. Me los quede mirando como una chica enamorada que espera a su príncipe azul, pero unas manos en mi cintura y una voz en mi oído me hicieron volver a la realidad:
- ¿Qué miras, preciosa? ¿Quieres ir a bailar, Jen?
- Mm…nada. Claro. Vamos, Harry.
Me cogió de la mano y nos dirigimos a la pista de baile, bajo la mirada de Liam. Ahí, nos encontramos a Belén con un vaso en la mano y bailando con Zayn. Sospechosos. ¿Quién le habría dado ese vaso? Bailé con Harry cinco canciones sin parar un solo momento, y estas no eran baladas. No se había separado de mí ni un segundo y su sonrisa estaba siempre presente y sus hoyuelos me hacían olvidarme de que era famoso. Le disculpó un momento para ir al baño y yo aproveche para sentarme en un sofá de color rojo que había, casi al lado de la pista. Cuando me senté, mi espalda y sobretodo, mis piernas me lo agradecieron. Estuve unos minutos sola, hasta que Liam vino a por mí:
- Jennifer, ¿Qué haces aquí sola? ¿Y Harry?
- Jenny o Jen, Liam. No es tan difícil. – Le sonreír. – Lo estoy esperando, creo que ha ido al baño.
- Está bien, Jen. ¿Quieres bailar conmigo, de mientras que lo esperas?
Me lo preguntó con la cara un poco sonrojada, los ojos brillantes y los labios algo húmedos a causa de la bebida. Intenté levantarme pero la falda del vestido se había enganchado con alguna cosa en el sofá. Me intenté levantar de nuevo, tiré con todas mis fuerzas de la falda, la cual se despegó de repente y yo veía mi cara contra el suelo, pero no fue así. Unos brazos me cogieron y mis manos fueron a parar a su pecho, duro como una roca. Levanté la vista muy despacio para encontrarme con su marca de nacimiento, sus perfectamente perfilados labios, su nariz redonda y sus preciosos ojos color miel. Por una milésima de segundo, creí en esa frase que una amiga mía me dijo una vez: “Los sueños pueden hacerse realidad” y tuve la sensación de que me besaría pero Harry se ocupó de que no fuera así:
- Hola, pareja, ¿Qué tal la noche?
- Hola, Harry. Bien, hasta que tu apareciste. – Dijo en voz baja pero yo lo pude oír. Le golpeé muy suavemente el estómago y reímos los dos.
- Hola, Harry. Bien, estaba esperándote y Liam vino a bailar conmigo. – Le dije la verdad.
- Gracias, Leeyum, ¡Pero Harry ya está aquí!
Me cogió de la mano para sacarme a la pista, pero Liam hizo posesión de mi otro brazo, indicándome que me quedara con él. Le sonreí a Harry y este lo comprendió. Me giré de nuevo hacía y una sonrisa se apoderó de su rostro:
- Gracias.
- ¿Por qué? ¿Por elegirte a ti antes que a él?
- En parte sí, pero también por esto.
Y antes de que pudiera abrir la boca para protestarle, selló nuestros labios en un dulce y delicado beso.
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